El Producto Interior Bruto (PIB) de Japón ha crecido un 4,8% a ritmo anual entre julio y septiembre, su mayor incremento desde 2007, que confirma que la segunda economía mundial ha dejado atrás el fantasma de la recesión.
Se trata del segundo avance consecutivo del PIB nipón, que tras una depresión de doce meses -la peor desde la II Guerra Mundial- logró levantar cabeza en el segundo trimestre de este año, cuando creció un 2,3%.
Respecto al trimestre precedente, entre julio y septiembre el aumento fue del 1,2%, según ha informado el Gobierno, el doble de lo que preveían los analistas.
El dato del PIB supone un respiro para el país asiático, una de las grandes víctimas de la ralentización global y que, con este nuevo avance, ratifica el despegue de su economía.
Aunque el crecimiento del tercer trimestre supera de largo los pronósticos, que auguraban un avance de entre un 2,2 y un 2,7% interanual, el Gobierno advierte de que sobre el futuro económico de Japón planean aún varias amenazas.
La casi endémica deflación es una de las más graves, a lo que se suma la debilidad de un mercado laboral sacudido por la crisis, según el viceprimer ministro, Naoto Kan, uno de los responsables de la política económica y fiscal del país.
Kan, en una rueda de prensa en Tokio, ha considerado necesario mantener vivas las políticas de estímulo para apuntalar la recuperación.
En este sentido, ha sugerido que a corto plazo el Banco de Japón (BOJ) no debería realizar grandes variaciones en los tipos de interés, actualmente en el 0,1%, con el objetivo de promover el consumo.
Asimismo, ha insistido, no obstante, en que la economía nipona por fin "se está recuperando", alimentada por la reactivación de la demanda interna, que subió un 0,8% en relación a los tres meses anteriores.
La demanda externa ha aumentado un 0,4%, mientras que el consumo privado, que representa cerca del 60% del PIB, avanzó un 0,7% respecto al trimestre anterior.
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