lunes, 16 de noviembre de 2009

Turquía no debe entrar en la UE




La entrada de Turquía a la UE costaría hasta 27.900 millones de euros al año Bruselas considera que su adhesión le convertiría en un "modelo" para otros países musulmanes La entrada de Turquía a la Unión Europea costaría al resto de socios comunitarios entre 16.500 millones y 27.900 millones de euros al año, entre el 0,1% y el 0,17% del PIB de la UE a 25, según un informe de impacto realizado por la Comisión al que tuvo acceso Europa Press, y que se aprobará el próximo 6 de octubre, junto con la recomendación sobre el inicio de las negociaciones de adhesión. Por lo que se refiere a su papel en las instituciones, la llegada de Turquía "afectaría significativamente" al reparto de escaños en la Eurocámara de los actuales Estados miembros, en particular para los países medianos y grandes, ya que no se puede superar el límite de 750 escaños. En el Consejo, Ankara tendría una voz destacada en la toma de decisiones, ya que su enorme población de 70 millones de habitantes "se reflejaría en el sistema de voto" de doble mayoría de Estados y de población por delante incluso de Alemania. Aunque el informe de impacto no menciona ninguna fecha precisa de adhesión, sí que asume que como muy pronto se hará "bien entrada la próxima década", después de 2014. "El acceso de Turquía a la Unión exigiría muchos esfuerzos de las dos partes. Si se gestionara bien, ofrecería muchas oportunidades para ambos", señala la Comisión. "La entrada de Turquía sería diferente de las anteriores ampliaciones por el impacto conjunto de su población, tamaño, situación geográfica, y potecial económico, militar y de seguridad", y aumentaría la influencia de la Unión Europea en Oriente Próximo y el Caúcaso gracias a los vínculos "políticos y económicos" existentes entre el gobierno de Ankara y sus vecinos. Bruselas cree que la adhesión consolidaría el "proceso de cambios radicales, incluyendo una rápida evolución de las mentalidades", que vive ahora Turquía, algo que "interesa a todos". "Turquía sería un importante modelo de país con una mayoría de población musulmana que se adhiere a principios fundamentales como la libertad, la democracia, el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales, y el imperio de la ley". El producto interior turco representa sólo el 2% del PIB de la UE-25, y por ello el impacto económico de la ampliación en la UE sería "positivo pero relativamente pequeño". En todo caso, la apertura de negociaciones consolidaría la estabilidad macroeconómica y promovería las inversiones, el crecimiento y el desarrollo social en el país, con lo que Turquía crecerá más rápidamente que la media comunitaria. Con la adhesión "se incrementarían las diferencias económicas regionales de una manera similar a la de la reciente ampliación", dice el informe. La renta per cápita del país representa el 28,5% de la media comunitaria, con lo cual recibiría "un apoyo significativo de los fondos estructurales y de cohesión en un periodo de tiempo largo". "Algunas regiones de los actuales Estados miembros que se benefician de ellos podrían perderlos". RESTRICCIONES Para que la integración de Turquía en el mercado interior de la UE sea "beneficiosa", Bruselas reclama "más reformas", especialmente "intensificando la lucha contra la corrupción y mejorando significativamente el funcionamiento del sistema judicial". También son necesarias mejoras en aduanas y en el marco regulador del gobierno de las empresas. El estudio de impacto prevé que serán necesarios "largos periodos de transición y una cláusula de salvaguardia" para evitar "serios transtornos" en el mercado laboral de la UE por la llegada masiva de trabajadores turcos. Por otro lado, la dinámica de población en Turquía "compensaría" el envejecimiento de las sociedades comunitarias, y por ello los Veinticinco deberían invertir en formación y educación en ese país durante la próxima década. La agricultura "necesitaría una atención especial" durante las negociaciones, por ser uno de los sectores económicos y sociales más importantes. En el campo veterinario, todavía se necesitan "grandes esfuerzos" para mejorar la situación, ya que en caso contrario sería necesario imponer "restricciones" al movimiento de productos animales procedentes de Turquía, y "controles especiales" en la frontera con el resto de la UE. "El acceso de Turquía ayudaría a asegurar mejores rutas de suministro energético a la UE", destaca el estudio de impacto. Además, a causa de la proximidad, si el gobierno de Ankara aplica correctamente las políticas comunitarias en medio ambiente, transporte, energía y protección de los consumidores, "eso tendrá considerables efectos positivos para los ciudadanos de la UE en cualquier lugar". Finalmente, la Comisión destaca el desafío que supondría la gestión de las nuevas fronteras exeriores de la UE, que requerirá "una inversión significativa". "La gestión de la inmigración y del asilo, así como la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo o el tráfico de seres humanos, drogas o armas se facilitarían con una cooperación más estrecha tanto antes como después de la adhesión".

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